lunes, 28 de septiembre de 2009

Crónicas de Lima la Gris 01

Siempre tuve la extraña afición de tomar fotos a las cosas más curiosas que presenciaba en las calles de nuestra querida ciudad capital. Gracias a ese hábito, me he ganado la mirada ajusticiadora de muchas personas en la calle en numerosas ocasiones. Pues que se frieguen, cada loco con su nota, y esta es la nota que me vuelve loco.

Quién no se ha topado en alguna avenida con estos graciosos mensajes pegados en taxis, combis, coasters, buses, mototaxis, carretillas. Esta foto la tomé en Chorrillos, desde un colectivo, casi por Santa Leonor.

Me pareció particularmente buena. A pesar de ser el pobre dueño alguien obviamente iletrado, no duda en expresar, tórpidamente aunque sea, sus mejores sentimientos. Bienestar para todos en esta ciudad en donde, como dice la canción, el que mata y sobrevive suele ser el menos huevón.

domingo, 27 de septiembre de 2009

La Vida Más Allá de la Muerte

"Errar es humano, pero esto ya sería definido taxonómicamente como bestial"


La tragedia azotó este humilde blog, hoy, aproximadamente a las 2:15 PM. Investigando en las mismas entrañas del editor, me topé con una sección que almacenaba las entradas. Había un botón que señalaba todos los textos que quedaron en "borrador", los cuales decidí eliminar por comodidad. Añadiendo un par de cosas más por ahí, me preparé para cargar el blog de nuevo, y er cómo quedaban las cosas. Pero el resultado fue más que espantoso, casi macabro. ¡Todas mis entradas habían desaparecido!

Después de descargar todo mi repertorio de improperios en contra de blogger.com, mi pc, el World of Warcraft y el partido de la U; decidí que no podía dejar morir poco que había creado. Me maté googleando para buscar una solución a mi problema. De rato en rato trataba de recargar el blog, esperanzado en que su muerte podría deberse a una falla del navegador y no a mi estupidez... ¡Qué estupidez pensar eso!

La pensé, y la pensé exhaustivamente. Hasta que todas esas horas que pasé sentado frente a la computadora empezaron a dar fruto. Googlié mi blog, aparecieron un par de mis posts. Ya la hize, pensé, pero me di un contrasuelazo al abrir la página y ver que salía el maldito mensaje de "Este post ya no existe". No existía nada, en cero otra vez.

Totalmente decidido a no aceptar la derrota, me di cuenta de que si es que google encontraba mi página en algún lugar del mundo, debía ser porque aún existía, ya sea entre nosotros o en el más allá. Así que googlié mi página otra vez, pero esta vez no abri el link directamente, sino que hize click en "ver en caché". Eureka! Ahí estaban todas mis entradas, en algún mundo paralelo, en el más allá. De ahí en adelante, todo fue más fácil... tuve que re-postear todo.

Espero que este registro de lo sucedido, le sirva a algún otro idiota individuo que cometa la misma bestialidad.

En Algún Lugar Entre el Cielo y el Infierno 01: El Juramento

Bueno, así cumplo mi primera semana como "bloggero". Qué mejor manera de conmemorar el viernes pasado, que haciendo esta entrada a pocas horas de mi examen final de Oftalmología. Ha sido una semana en extremo pesada para mí, no sé como he podido sobrevivir a tanto trajín.

Sí, hace exactamente 1 semana que cree este blog. Me ha gustado tener esa sensación de que todo eso que tengo guardado en el alma, tiene un destino. Millones de ideas han pasado por mi cabeza en estos siete días, algunas dignas de haber sido posteadas, otras que me harían acreedor a grandes abucheos. Tantas cosas que terminaron desvaneciéndose en mi pereza, o en mi responsabilidad con la medicina. La mayoría de veces, empezaba textos que quedaban a medias. Grandes promesas de maravillas literarias que quedaron en un par de párrafos. Pensamientos apasionados, profanos y heréticos que se truncaron por desidia mía. Recuerdos de algún lugar entre el cielo y el infierno.

Y es que esta vez, lo haré. He empezado este blog, este compendio de experiencias, curiosidades y estupideces mías con el único fin de que, precisamente, las cosas que llevo en la mente no se pierdan nunca jamás. Juro solemnemente que haré hasta lo imposible por que mi vida no sea víctima de mi flojera.

Iré a dormir para empezar a estudiar más tarde camino al examen...

El Fin de la Eternidad

"Y es que en mi vida, el amor llevaría su nombre de ahora en adelante: Fiorella"

Siempre he pensado en mi vida como una lucha perpetua contra mi destino, cual Edipo buscando escapar de aquella inexorable naturaleza. No pudiendo hacer menos, me encargue de devolverle los golpes a este, que siempre regresaba con la única consigna de hacerme morder el polvo una vez más. Sin embargo, he empezado a pensar en todos estos años, que todo lo que había vivido era mucho mas que una simple pelea; la vida me estaba preparando para algo sobrenatural, para algo mas allá de mi comprensión anteriormente: el amor.

Innumerables años he pasado alegrías y tristezas totalmente solo, al final, esa siempre hacia sido mi naturaleza, la de un lobo solitario. Aullando siempre a la luna, ocultando mis penas siempre en la oscuridad de la noche, tras garras y colmillos. He maldecido a la diosa fortuna, al destino y la vida misma por haberme condenado a deambular sobre esta tierra totalmente solo. No obstante, ahora materializo la magnitud de mis palabras y veo como se reducen a la categoría de blasfemias. Nunca habría podido pensar que así como el destino se había encargado de quitarme las cosas que mas he querido en el mundo, la vida se encargaría de poner el mundo entero en mis manos.

Ella llego como una ráfaga de sol en invierno, en el eterno invierno de mi vida. Irrumpiendo desde la nada hasta lo más profundo de mi corazón, sin aviso y sin pausa. Inundando de colores las calles, devolviéndome la fe en la vida, en el amor, aquella esperanza perdida después de tantas guerras perdidas.

Han pasado ya 30 días desde la primera vez que nos besamos, desde aquella mágica noche en la cual desapareció el mundo entero y el tiempo se detuvo solo para contemplar ese maravilloso evento. Puedo sentir aun como se estremece la tierra y como tiemblan sus labios al rozar los míos. Pienso todos los días en como ese evento a sido tan crucial y puso mi vida entera de cabeza para siempre. Ha sido tanto para mi, que es casi imposible poder describir los acontecimientos del ultimo mes en mi vida al detalle. No es cuestión de escasez de recursos literarios ni mucho menos de falta de sentimiento, se trata simplemente de que las palabras no son suficientes para plasmar la magnificencia de lo que he vivido hasta ahora. Es por este motivo, por el cual vengo a dar vida a estas letras, a impregnarlas de una parte de la magia que estoy viviendo, que estoy disfrutando por primera vez. Simplemente estoy acá para gritarle al mundo entero que estoy enamorado, y que mis días se soledad han terminado, que nunca mas tendré que escribir líneas tristes.

Me resulta tan impensable a veces que esta sensación de bienestar y felicidad total sea real, pero hoy más que nunca la siento en el aire rodeándome, tan material como la inspiradora de estas humildes líneas. Es por eso que vengo y le grito al mundo entero que he perdido la cabeza, que el amor late acá en el lado izquierdo de mi pecho. Que mis días son los mas bellos gracias a ella, gracias a Fiorella, la causante de este celestial sentimiento. Mis palabras son de ella, y hacia ella van.

Es el primer mes que cumplimos como enamorados y el único mes en toda mi vida en el que he agradecido a la vida cada amanecer por haberme bendecido con su corazón, sus besos, su sonrisa, su amor. Y es que en mi vida, el amor llevaría su nombre ahora en adelante, pues sin ella volvería a dejar de tener sentido alguno para mi.

Gabriel

El 20 de Setiembre del 2009, cumplí 10 meses. Ella "resucitó" este escrito que le di el primer mes de enamorados.

El Primero del Primero

19/09/09


Recibí la invitación un lunes por la noche, vía msn. Alexander, mi mejor amigo del colegio iba a celebrar el primer año de su primogénito. Había pasado 1 año ya desde que me enteré de la noticia de que aquel flaco y despreocupado amigo de años, iba a ser padre. Todo 1 año, y aún no terminaba de asimilar el cómo la vida nos puso (a los 4 miembros de E.S.P), en caminos distintos.

He tenido tanto tiempo para aceptarlo, pero no podía. No podía creer aún, que con él, con quien pasé gran tiempo en el cole, fuese padre. Aún a veces me parece que fue ayer cuando quedábamos para que yo fuera a su casa y pasáramos la tarde entera tocando guitarra, escuchando música, quejándonos de lo fregadas que eran las mujeres, de lo injusta que era la guerra en Irak... Tan fácil parecía ir a pedirle dinero a nuestros padres para ir a comer un "sanguchón" por ahí.

Estuve presente en el primer año de su hijo, era infaltable. Hubo un momento, en el que en medio de globos y serpentinas me quedé mirando la repisa de su chimenea. Ahí, varias fotos adornaban la sala, lugar en donde se llevaba a cabo dicho evento. Lo que me dejó totalmente paralizado fue la visión de una foto en particular, en la cual Alex, con tan sólo 3 o 4 años, era levantado entre brazos por sus padres. Era una foto de cumpleaños, exactamente en la misma sala en donde él celebraba ahora el primer cumpleaños de su hijo. Me detuve a pensar en cómo la vida puede llegar a ser tan irónica a veces, en cómo el tiempo pasa y pasa llevándose todo, inclusive los mejores años de un jóven que tenía un gran futuro por delante. De quitarle los mejores años de su vida y entregarle una razón por la cual vivir realmente.

Lágrimas invernales de una tarde sin vida

“Y es que la vida deja de tener sentido cuando empezamos a negarla”

Ella suspira, mientras observa el jardín de rosas, las flores parecen haber olvidado su encanto en algún lugar de la noche. Ella está sentada tratando de contener sus lágrimas, de no explotar. Necesitaba de algo que la hiciera olvidar, o más bien, que la haga pensar en que la vida aún podría tener sentido, necesitaba de él.

Él siempre fue su verdadero amor, nadie más la pudo haber amado de igual forma y ella no podría haber vivido al lado de alguna otra persona. El gran amor de su vida no estaba mas ahí, la había abandonado hace mucho tiempo atrás.

Ella pasa la tarde mirando el cielo desde su ventana, en el mismo lugar en el que él le dio el último adiós. Observa el firmamento, como esperando el regreso de su amado. El día es frío y triste, el aire lleva consigo un aroma de nostalgia, de dolor.

Lejanos parecen los días en que ellos dos estuvieron juntos, en las buenas y en las malas, siempre juntos. La vida les dio los golpes más duros que tenía guardados, hizo que temblara su mundo entero, pero nunca pudo separar aquellas dos mitades que siempre latieron juntas, que siempre fueron el mismo corazón.

Decidió dejarla una mañana de verano, llevándose consigo la alegría de su vida, la luz de sus días, el encanto de su sonrisa. Ella derramó su vida entera en sus lágrimas cuando él se despidió, le rogaba entre el llanto más triste que pudo haber existido que no la deje, que cumpla su promesa de permanecer a su lado por toda la eternidad. Desesperada, no sabía como afrontar aquel momento, se destruía por dentro al verlo alejarse. Él pronunció sus últimas palabras y se despidió con aquella mirada que siempre la cautivó, la misma que permanecía imborrable después de tantos años.

Ella observa como la vida pasa y pasa sin detenerse, sollozando. Ve cómo el día parece suicidarse robándole el aroma a las flores, el canto de las aves y el coqueteo del sol más tímido que existía.

De haber podido escoger su destino la hubiera visitado todos los días sin falta alguna, de haber podido. Sin embargo, empacó todo lo que pudo cargar y partió hacia aquel lugar de donde no se puede regresar. Él nunca quiso irse, nunca antes que ella. La muerte se lo llevó lentamente hace mucho tiempo atrás, él luchó valientemente durante varios años contra aquella enfermedad, ella peleó incesantemente a su lado cada día, cada hora, cada instante. Las lágrimas derramadas en su entierro fueron tantas que podrían compararse con el diluvio bíblico.

Con el pasar del tiempo, el dolor fue haciéndose más llevadero para todos. Sin embargo, ella nunca pudo dejarlo ir, aún parece rogarle que no la deje todas las tardes de invierno, cuando en medio de estas tardes tan heladas clama por un poco de ese calor que él ya no podrá darle.

Ella observa sus fotos y parece gritarle al cielo que le devuelvan al gran amor de su vida, parece gritar desde el fondo de su alma que la espere, que llegará el día en que puedan estar juntos una vez más.

Érase una vez


Todo comenzó, misma investigación científica, por mi curiosidad. Andaba realizando un proyecto de tesis, cuando, por esas casualidades de la vida, se me ocurrió la arriesgada e irresponsable idea de crearme un blog. Nunca he sido fanático de este tipo de cosas, y no es que sea un troglodita de las cavernas, no, es que simplemente mis ideas y/o relatos nunca han visto la luz porque no era mi intención publicarlos. Sin embargo, gracias a un virus (de computadora, claro está), perdí todos mis textos, relatos, cronologías, ensayos, balbuceos, quejas, estupideces que había escrito. Mi nombre es Gabriel, pero no soy ningún García Márquez. Simplemente adoro escribir por el placer de hacerlo. Empiezo este blog con el afán de no volver a perder esa recopilación de historias y abstracciones, que con dolor tuve que despedir y con nostalgia recuerdo.

Terminaré con el proyecto de tesis este... Qué flojera...