sábado, 11 de septiembre de 2010

El Gran Elefante Blanco


En el antiguo reino de Siam, actual Tailandia, se hablaba del legendario elefante blanco. Éste mítico paquidermo, era, y sigue siendo, un raro ejemplar de su especie. Por este motivo, era considerado sagrado y un símbolo de poder y prosperidad del monarca de turno. Sin embargo, el costo necesario para mantener semejante lujo superaba en gran medida los beneficios que daba, era de gran temor entre las personas de poder que al monarca se le ocurriera regalar uno de estos animales a alguno de sus súbditos, ya que fácilmente podría conducirlos a una tragedia económica.

Yo vivo en Chorrillos, específicamente en Los Cedros de Villa (al fondo, para los que no conocen). Mucho se habló, mucho se dijo sobre el Metropolitano sinónimo de hoy para algunos de progreso y prosperidad. Desde una posición en extremo parcializada, es decir, la mía; el sistema de transporte este es un signo total de caos en su estado actual. Más de una vez, he tenido que explicar mi posición frente a otros usuarios más beneficiados por Castañeda, por lo que ahora lo haré de una forma más sistematizada.

1.- Tiempo. Originalmente, se tenía pensado que el recorrido desde la estación sur, ubicada en Matellini, en mi querido Chorrillos, hasta algún lugar en Comas en donde estaría el paradero final o estación norte, tomaría alrededor de 45 minutos. Muchos amigos me dicen que se les hace rápido viajar en en Metropolitano, más que antes al menos. Por mi parte, he intentado varias veces ir desde mi casa al centro de Lima en estos buses, demorando más de 1 hora. Prefiero seguir usando el colectivo, que me lleva desde mi casa a Plaza Grau en 30 minutos máximo.
Cabe resaltar, claro que la velocidad depende mucho de los choferes, del tiempo que me toma llegar al paradero del alimentador, cambiar de bus, los semáforos antes de entrar en la avenida de la Escuela Militar y en Barranco.

2.- Precio. Cito a varios amigos como ejemplo: -"Weon, pero sólo te cobran 70 céntimos, baratazo". En tarifa de universitario, no cobran 70 céntimos, sino 0,75. Además, para llegar a mi casa, necesito abordar en alimentador que me da un recargo de 40 céntimos más, dando un total de 1 sol con 20 céntimos. Generalmente, pago 80 céntimos, máximo 1 sol para ir desde mi casa a cualquier sitio por el que pase el metropolitano.

3.- Implementación. Honestamente, punto a favor del Metropolitano. Aunque vaya "sopa", hay espacio suficiente como para no hacer el viaje una tortura. Son buses grandes y cómodos aunque vayas parado, siempre puedes sentarte en el acordeón.

4.- Impacto. A pesar de todo, el contra más grande que tiene. Si es que no hubieran destruido mi pobre distrito, al igual que Barranco, no me hubiera importado. Adicionalmente, ya que ocupa como el 50% de todo el espacio de pistas para poder salir o entrar a Chorrillos, el caos vehicular es una pesadilla. Es inconcebible el embotellamiento cuando antes el tránsito era fluido.

Finalmente, podría poner lo siguiente en un cuarto punto, sin embargo dista de ser una medida exclusiva para calificar el servicio este. A comparación del sistema de transporte anterior a su implementación, siento que hemos retrocedido. Han desaparecido varias líneas en todo Lima, personalmente, he sido deudo de la famosa "8", de ETULSA. Ya que aquella ruta ya contaba con un sistema de buses bastante ordenados y sincronizados, que iban a una velocidad aceptable, llegaban hasta la puerta de mi casa y cobraban sólo 80 céntimos desde aca hasta el fin del mundo. Las otras rutas compuestas por coasters como Chama, 35 y 18 tenían un servicio aceptable también, pero que por el desorden y el caos traido por la construcción de una vía exclusiva para los buses del Metropolitano han disminuido su rendimiento considerablemente.

En resumen, me molesta que me hayan impuesto viajar en estos buses cuando no me suponen ninguna ventaja a comparación del modo que tenía para transportarme antes de su existencia. No digo que prefiero ser un cavernícola y quedarme en el atraso, pero pienso que si se van a hacer las cosas, hay que hacerlas bien, y el Metropolitano, como usuario, me deja mucho que desear.

lunes, 6 de septiembre de 2010

Medicina, un estilo de vida...

Publicado: Sab, 17 May 2008 2:47 am


La humanidad no ha conocido una profesión más noble que la medicina. Nunca nadie, haga lo que haga, por mas dinero que gane, podrá contar con la satisfacción que nosotros (al menos yo) conseguimos.

Soy un estudiante de medicina (4to año) como la mayoría de ustedes acá. Me encanta estar metido en los hospitales, en medio de pacientes, conociendo sus males, tratando de aliviarlos. Nada supera el sentimiento tan reconfortante de aprender cada día más. Me encanta matarme estudiando para ese final de cardio, en donde los profesores prometen darte su mejor golpe. No encuentro mayor satisfacción que tomarme 10 000 cervezas con los colegas después de tantos sacrificios. He tocado el cielo varias veces destacando en algunos exámenes, respondiendo ante los doctores; pero he mordido el polvo otras tantas, he jalado, he pecado, me he equivocado magistralmente.

Me fascina el rock y la neurocirugía. Me la paso entre salas de ensayo y hospitales. Se que algún día seré cirujano y estoy seguro que nunca pensaré siquiera en ser nefrólogo (sin ofensas, los profes que tuve fueron malísimos).

Es por eso que hoy me gustaría dejar estas pequeñas palabras. Expresar el amor que le tengo a la medicina y dar un mensaje de aliento a quien lea esto.

Las universidades son algo relativo, ellos no hacen a los médicos, nosotros hacemos a las universidades. Que no nos interese que la mayoría de nuestros amigos esté graduándose este año y empezando a trabajar el próximo mientras que nosotros tengamos que estudiar por muchos años aún. Que aquellas noches en donde todos tonean mientras nosotros estudiamos no mermen nuestra pasión por la medicina.

Somos una élite, unos locos suicidas que dedican su vida entera a los demás.

La medicina es más que una carrera, es un estilo de vida. Nuestra vida.

lunes, 12 de julio de 2010

Crónicas de Lima la Gris 06


"Te invito a un chifita, y luego alguito más"

Con felicidad, regreso a publicar cosas interesantes (para mí) que encuentro en mis aventuras en esta pintoresca ciudad. Es más que probable que la mayoría lo encuentre totalmente desagradable y escaso de gusto. Horror. Sin embargo, es una de las cosas que más me divierte y en cierto modo "culturiza" de cierta manera, me acerca un poco más al submundo que existe ahí frente a nuestros ojos, pero la mayoría ignora por obligación social.

Nunca comprendí al 100% la frase polémica de aquel comercial del fin de mes. Por más que lo intentaba, no podía darle una connotación sexual al hecho de ir a comerse un arroz chaufa con chancho y tamarindo. Posterior a eso, me quedé sumido en la ignorancia total en lo correspondiente a ese tema.

Largo fue el tiempo en el que me mantendría en el oscurantismo, hasta el día en que mis actividades académicas me llevaron de regreso al Hospital María Auxiliadora, en San Juan de Miraflores. Quién iba a pensar que en ese distrito encontraría la respuesta a semejante enigma.

Sin embargo... Chifa, hostal... ¿Pollo a la Brasa?

Después de tiempo...


No es que sea un secreto mi desgano, mucho menos mi pereza, pero si he de atribuirle mi abandono del blog a algo, sería a mis vicios. De más estaría analizarme, filosofar sobre el bien y el mal de mis problemas, circunstancias, defectos, etc.

Simplemente regresaré a escribir y es lo que cuenta... Al menos para mí.

miércoles, 5 de mayo de 2010

Día 03


Abrí los ojos y divisé un cielo nocturno aún. Sentí el cuerpo de plomo y caí rendido ante la seducción de mis sábanas. Para cuando reaccioné, ya era tarde, iba a llegar tarde inevitablemente. Una vez mas era una carrera contra el tiempo, ya sabía que era imposible salir victorioso.

Al llegar al hospital, para mi mala suerte me encontré al Dr. Aguirre cuidando la hoja en donde debemos de firmar la asistencia. Helado por el terror de una llamada de atención, simplemente sonreí y firmé frescamente como si hubiera llegado temprano. Un poco pálido aún, me dirigí hacia la sala 8. Me puse a pensar en que debí aprovechar el verlo para decirle que me cambie la fecha de guardia, ya que me habían programado para el 9 de mayo, es decir, para el día de la madre. Como había llegado tarde, decidí que no era el momento de una confrontación con él, tenía todas las de perder. Me contenté con insultar incansablemente a la mujer que lo trajo a este mundo.

Me aparecí por la puerta de mi sala, vi a Lulu sentada al lado de una cara nueva, hostil. Esperaba a Arcadio, saludándome e indicándome algo para hacer, pero recibí un frío: "¿A qué hora entras?". Tuve que responder que a las 7, sabiendo que estaba como 20 minutos tarde. Velozmente, inventé la mentira de que estaba coordinando las guardias con el Dr. Aguirre ya que era delegado, excusa que el residente nuevo tomó por válida concediéndome la satisfacción de haberlo engañado impunemente.

Regresó el Dr. García, el que había sido mi profesor hace un par de años atrás cuando llevaba reumatología en el Loayza. Dejó las indicaciones para un procedimiento a realizar a la paciente del día de ayer. Me hizo feliz al mencionar, mientras explicaba ciertos aspectos del cuadro clínico, que yo había sido su alumno. Que se acordara de mí, me arrancó una sonrisa de satisfacción, de victoria.

Las actividades se sucedieron como en los días anteriores, evolucionando pacientes, rellenando recetas, haciendo altas. Todo muy tranquilo a media mañana. Todo hasta que vi al Dr. Aguirre en el pasillo, y decidí que era el momento de enfrentarlo. Llamé a Mariano, a quien habían programado también el mismo día, para hacer cargamontón. Así pues, me puse pintura de guerra en la cara, evocando a William Wallace y marché hacia el doctor. Al exponer nuestros argumentos de por qué no podíamos hacer guardia el Día de las Madres, estábamos mas que confiados en que siendo doctor, y más aún, siendo pediatra, tenía el corazón para comprendernos y ponernos cualquier otro día. Nos respondió con un: "Así es la vida del médico, no puedo reprogramarlos porque todo ya está hecho". Evoqué una vez más Corazón Valiente, sólo que esta vez vino a mi mente la escena final. Juré acordarme de su madre, abuela, bisabuela y todas las mujeres en su árbol genealógico, y no sólo el domingo, sino cada día hasta que se me olvidara lo mucho que lo odio.

Regresé a mi sala, a renegar de mi suerte. Decidí olvidar los problemas terminando lo que había que hacer. Llegó la hora del procedimiento para la niña con el diagnóstico incierto. La movilizamos en la camilla y pasos antes del ascensor, se me acerca una mujer asegurándome que los padres no habían dado su consentimiento para nada. Traté de desacreditarla preguntándole si era la madre, me dijo que no, que era abuela de la niña. Manifestó que no quería que le hicieran nada a la paciente y que quería llevársela a otro lado en donde tenía un conocido y que quería que la viera un traumatólogo. La ignorancia es ciega, en ese momento maldije todo eso de los consentimientos informados y de la ética médica. Obnubilado por mis propios problemas, la mande a que converse con Arcadio ya que un segundo mas a mi lado hubiera provocado que la estrangule. De una forma u otra, el cuadro clínico remitió con la terapia empírica que se le había administrado a la niña, no había que realizarle ninguna artrocentesis ni habia que estudiar el líquido sinovial.

Fue momento de terminar las últimas cosas pendientes antes de irme a mi casa, fue un momento tranquilo en el que conversé por primera vez de una manera tranquila con Lulu. Ahora que lo pienso tranquilamente, ella colaboró mucho para que deje de ver el San Bartolomé como hostil. Después de 1 mes de ginecología en el HAMA, en donde fui pseudo explotado por las internas, fui con la guardia en algo, preparado para evitar mi opresión. No soporto que me encadenen. Sin embargo, desde el primer día, siempre me sonrió y me pidió de la mejor manera que la ayude. Se cazan muchas más moscas con miel que con vinagre y para mi fue suficiente para que ganase mi apoyo incondicional.

Lulú está de guardia ahora en la noche, por lo que mañana estaré probablemente solo en la sala. Además, será mi primera guardia. Miraré al futuro temerariamente y afrontaré valientemente lo que el destino me tenga preparado para mañana.

martes, 4 de mayo de 2010

Día 02


Animado por los resultados del primer día, me levanté antes del cantar del gallo para comenzar el día. Feliz me dirigí al lugar que acababa de redescubrir, que había pasado de ser sombrío y hostil a uno totalmente cálido y placentero.

Al llegar a primera hora, me encontré con el Dr. Aguirre, nuestro coordinador. Con cara de pocos amigos, pero con una personalidad que te asegura que debe ser increiblemente gracioso tomarse unas cervezas con él. Recordó cuando di un paso al frente cuando preguntó por un voluntario a delegado y me dijo que por problemas administrativos no recibiríamos almuerzo como el resto del personal. Aproveché la oportunidad para ganar nuestra salida a las 2:00 PM, y de paso, hacer sentirse culpable al doctor por habernos negado un derecho que en realidad no nos importaba, al menos no a mi. Negocio redondo.

Al llegar a mi sala, la número 8, me encontré con la interna a la que me habían asignado, la siempre sonriente Lulú. Me apresuré a ayudar en todo lo que había que hacer para desocuparse temprano. Poco después llegó nuestro residente Arcadio. Y como era de esperarse, me hizo recordar Macondo y a todo el clan Buendía. De milagro no le pregunté sobre Úrsula, el Coronel Aureliano, la Empresa Bananera, la epidemia del sueño... en fin, una estúpida idea de que fuese el nieto del Patriarca Buendía en carne y hueso.

Aparte de las actividades normales del primer día, se le sumó el ingreso de una niña con una enfermedad no diagnosticada al 100%, pero que podría ser nada o dejarla inválida para siempre. Recibimos la visita de muchos otros especialistas y de entre todos ellos, la de un antiguo profesor Reumatólogo del Hospital Loayza, el Dr. García.

Así, más agotado que ayer, terminó mi día en el San Bartolomé. Empezaba a tenerle cariño. Pero con un exámen de 150 preguntas aguardándome, era muy pronto para ponerme a pensar en ello.

lunes, 3 de mayo de 2010

Día 01


El infierno no es tan malo después de todo. Eso si, siempre y cuando tenga el poder de cambiar todo lo que me rodea y no la debilidad de que todo lo que me rodea termine por cambiarme.

No se si habré logrado vencer mis demonios, o tan sólo sea el profundo estado de autosugestión que me he inducido para protegerme de las hostilidades que pueda encontrar en este territorio enemigo. Sólo se que voy a salir victorioso de esta refriega y convertirme en el mejor pediatra (o rellenador de papeles) durante estas 2 semanas.

Un par de horas más y se acaba el día. Y ni siquiera he sentido rastro alguno del tiempo.

domingo, 2 de mayo de 2010

La Suma de Todos los Miedos: Prólogo


No es un secreto que sea recontra especial con los hospitales por los que paso. Mi carácter no ayuda mucho cuando de adaptarse al trabajo se trata. Pero más que de flojera, es un asunto de entorno y/o ánimos. Ésto será un acto salvaje, una guerra total, un conflicto tanto interno como externo, que terminará con toda esta estupidez de las crisis existenciales o comenzará con el armagedón de mi vida.

La consigna es sólo una: Sobrevivir al Hospital San Bartolomé. Superando mis odios enterrados por el curso de pediatría que en el llevé.

miércoles, 28 de abril de 2010

Y No Me Importa

Del cómo he llegado a este estado, poco sé. Es el tercer día que me paso sin ir al hospital, algo me dice que de todas maneras se darán cuenta de que no he estado presente. Tengo que presentar un artículo sobre enfermedad trofoblástica, del cual no he encontrado nada interesante/relevante/gratis. Lo peor de todo es que me da igual.

En el CIE-10 (Clasificacion internacional de enfermedades), debería haber un código nuevo para lo que sea que me esté sucediendo. Depresión en combinacion con manía, sin llegar a ser un bipolar ya que los estadíos no se intercalan, sino se superponen. Escribí algo sobre "Deathwish", mi gran sentimiento de autodestrucción y eso sigue afectándome sin llegar a importarme.

Quiero ser un gran médico, sé que voy camino a serlo. Pero en estos momentos me encuentro estancado, sumido en un vórtex de violencia, caos y demás estupideces existenciales.

Sí, así presenté mi examen y no me importa...

sábado, 24 de abril de 2010

Ave María...


El odio más sincero para este hospital y todos los humores pútridos que en el moran. Los pasadizos claustrofóbicos y la oscuridad en pleno día. Los ridículos aires de grandeza que muchos tienen arraigados en sus almas corruptas. La pérdida de tiempo y mi falta de norte en este infierno, todo por lo que nunca olvidaré este pedazo de mierda.

De las blasfemias escritas al reverso de los boletos de combi...

viernes, 16 de abril de 2010

Una Experiencia Religiosa


Recuerdo haber mencionado un grupo de señoras de edad, vejestorios, hablando con propiedad, que me interceptaba todas las mañanas mientras corria hacia el paradero. Si, viejas a las 6:10 de la madrugada en la calle. Una jauría, un enjambre. Normalmente logro evadirlas con un seco: "Estoy apurado, lo siento" y prosiguiendo mi camino sin mirar atrás que capaz terminaba siendo convertido en sal.

Todo bien, hasta ahí. Sin embargo, todo cambió radicalmente hoy dia.

Al abrir los ojos, me di cuenta de que mi alarma no había sonado. Peor aún, me di cuenta de que el cielo estaba claro y no hay un cielo claro a las 5 AM. Poniéndolo en pocas palabras, iba a llegar tarde. Así que como todas las mañanas salte de mi cama y fui corriendo al paradero. Como nunca, no encontre a las señoras estas en el camino. ¿Golpe de suerte? No, golpe en el entrepiernas. Las viejas se habían dado cuenta que nadie les daba bola si estas trataban de predicar la palabra de su dios, deteniendo a personas apuradas. Hasta que una se acercó y...

  • Vieja: Joven, buenos días.
  • Gabriel: (La concha de la lora, ahora qué) Buenos días. ¿Qué tal?
  • Vieja: Bien joven, muchas gracias. Mire usted, hemos salido a las calles hoy día para llevar el mensaje del Señor a todas las personas.
  • Gabriel: (Genial, como si no fuera suficiente llegar tarde al hospital, tengo que soplarme esta estupidez). Ah, qué bien señora.
  • Vieja: Si, joven, alguien tiene que hacerlo en esta tierra que esta de cabeza.
  • Gabriel: (Lo que daría porque tú estuvieras de cabeza 3 metros bajo tierra). Sí señora, me parece correcto.
  • Vieja: Qué alegría escuchar eso joven. ¿Sabe? No muchas personas ponen atencion a la palabra del Señor.
  • Gabriel: (Carro de mierda. ¿Por qué no apareces?). Así es, es un mundo lleno de atrocidades.
  • Vieja: Lamentablemente sí. Por eso, lo menos que podemos hacer es salir a las calles a tratar de llevar el evangelio a todas las personas.
  • Gabriel: (¿Es que no tendría que estar barriendo su casa o preparando el desayuno para su marido?) Alguien tiene que hacerlo...
  • Vieja: Sí. Mire usted por ejemplo, la palabra de Dios es poderosa, como nos enseña el evangelio. (Sacando una revista de entre sus cosas, me empieza a señalar una serie de dibujos). Por ejemplo, tenemos la historia de Lázaro que quien gracias al poder de nuestro señor Jesucristo el todopoderoso resucitó de entre los muertos. ¿Sabes quién fue Lázaro, no?
  • Gabriel: (...Take me down to de paradise city, where the grass is green and the girls are pretty...) Ah, claro. ¿Cómo no voy a saber? El tipo ese que se murió y se levantó de su tumba como 1 semana después.
  • Vieja: Excelente, así es. Qué gusto me da que conozcas la palabra del señor.
  • Gabriel: (Y qué gusto que ahi venga la maldita combi. Acelera, vamos, vamos) Sí la conozco, estuve en un colegio religioso.
  • Vieja: Qué bien, que bien. Por cierto. ¿Cómo te llamas?
  • Gabriel: (Maldita sea, como demora la porquería esta. Mejor me subo a cualquier cosa, antes que seguir escuchando esto) Gabriel, señora.
  • Vieja: Oh, que bonito nombre. Sabías que Gabriel es el nombre del arcángel de la anunciación. Es un personaje muy importante en el cielo.
  • Gabriel: (La ptm, por qué no te vas al cielo si tanto te gusta). Gracias, señora. Lo siento, pero tengo prisa, he de irme.
  • Vieja: Si, si, claro claro. Ha sido un gusto conocerte, Gabriel. Toma esta revista, contiene varios artículos sobre la actualidad del mundo.
  • Gabriel: (Pero qué carajos... No importa, cualquier cosa para largarme). Muchas gracias señora, me hara bien un poco de lectura para el camino.
  • Vieja: Fenomenal, adiós Gabriel.
  • Gabriel: (¿Es que no se queda sin palabras?). Adiós señora.
Guardé la condenada revista y subí lo más rápido que pude. Ni Dios pudo hacer algo para que llegase temprano aquel día...

miércoles, 14 de abril de 2010

El Pan de Cada Día


No conocía las 5 de la madrugada. Sé que más de una vez he regresado a esas horas a mi casa, asi que teóricamente si he estado en la calle a esa hora. Sin embargo, creo que mi percepción ha estado siempre alterada por cantidades industriales de alcohol en mis venas. Sea como sea, en esta rotación en el HAMA (Hospital de Apoyo María Auxiliadora) de ginecología me obligó a despegarme de mi cama a aquellas horas tan crueles.

Ya que la mayoría de cosas que hago en mi casa antes de salir no tienen nada de extraordinario, no valen la pena ser relatadas. Además, las realizo automáticamente por encontrarme en un estado meramente onírico por no decir menos. De lo único que puedo darme cuenta es de la hora, que por lo general se me adelanta, dejándome casi siempre tarde.

No miento al decir que termino de cambiarme en la calle, ya sea abotonándome la camisa o poniéndome la correa. Es un gran trecho el que tengo que recorrer para tomar la maldita combi, y es que no se le ocurre pasar por la esquina de mi casa como todas las rutas bien, no señor, esta tiene que pasar a 5 minutos a pie (casi corriendo) de mi casa. Es odioso, y hasta casi gracioso, el estar terriblemente apurado, que para a 2 o 3 cuadras de mi casa, me encuentre siempre en el mismo lugar a varias señoras de edad avanzada. ¿Y qué hacen estas viejas en plena calle a las 6 AM? ¿No deberían estar durmiendo, sufriendo de achaques, preparando el desayuno, comprando el pan, tejiendo? No. Lo que se les ocurre hacer a las benditas señoras esas es detenerme para intentar hablarme de la palabra del señor. ¿Palabra? ¿El señor? Si con las justas escucho la palabra de un solo señor, que es mi padre, y solamente cuando me grita. Dejando esos vejestorios de lado, sigo en mi carrera por llegar al hospital temprano.

"Hopital, San Grabiel, C.T, Ciuda' Ciuda'..." Es casi una canción de todas las mañanas, tan infaltable como todos aquellos matices que dan vida a una ciudad moribunda, o al menos, a las calles y avenidas por los que transita mi querida "41", popularmente conocida como San Juanito.

Todos los mitos y leyendas que se pueda tener sobre el transporte urbano, serían encontrados en los escasos 30 minutos que paso viajando en esos pequeños grandes gigantes del transporte urbano. Apretado como los vegetales al fondo del refrigerador, con suerte puedo encontrar un asiento improvisado detras de los sitios que van al lado del conductor. No es que me crea una persona muy alta, pero con mis 1.85m no es muy fácil entrar en una de esas combis, y peor aún si es que esta viene llena y he de ir doblado como origami.

Y aunque vaya en contra de lo que piense la mayoría, lo peor del viaje no es siempre el estar metido con hasta 20 personas en 1.5 metros cuadrados. No es algo a lo que tenga miedo. Lo que realmente me asusta hasta la médula es viajar al lado de personas que carecen del sentido del olfato y/o de verguenza. Así es, lo peor que puede suceder, es viajar con la nariz metida en medio de hedores nauseabundos, salidos desde el mismo averno y/o axilas y demás pliegues corporales.

Así como la vida, siempre encuentra su rumbo, lo hace nuestro sistema de transportes. Acelerando rampantemente por entre otros vehículos motorizados, el conductor sortea sagazmente cualquier obstáculo que se pueda atravesar en su camino, ya sea alguna motocicleta, carreta, bus interprovincial, perro, camión, mezcladora de cemento, mototaxi, triciclo, anciano, escolares, patrullas, escolares y un larguísimo etcétera.

Cómo olvidar los paraderos informales y peligrosos, la cara del cobrador cuando le enseño mi carnet de medio pasaje, los dateros que siempre encuentran las monedas que les lanzan, las vendedoras de maca que reciclan botellas de dios sabe dónde, los cinturones de seguridad que no se ajustan, los claxon con melodia, los insultos entre choferes, la pintura del Zambo Cavero en el Puente Alipio Ponce, los puestos de mollejitas con habas y sus olores venenosos, en fin, todo lo que hace que Lima sea Lima.

martes, 13 de abril de 2010

Deathwish


No me considero una persona alienada, pero se que hay cosas que no se pueden decir en el idioma que tanto amo. Y hay cosas que no se pueden decir con palabras, que simplemente se sienten, y me siento así.

Deathwish
n.
  1. Psychiatry.
    1. A desire for self-destruction, often accompanied by feelings of depression, hopelessness, and self-reproach.
    2. The desire, often unconscious, for the death of another person, such as a parent, toward whom one has unconscious hostility.
  2. A suicidal urge thought to drive certain people to put themselves consistently into dangerous situations.
Tomado de Dragon Age: Origins.

Si un Guardia Gris (Grey Warden) vive lo suficiente, empezará a perder la batalla en contra la corrupción que vive dentro de él. Cuando eso sucede, ellos realizan el ritual conocido como "El Llamado" (The Calling), en donde entran en el corazón de la fortaleza de los Espectros (Darkspawns) una última vez, solos, con el único propósito de asesinar tantos de esos infelices como le sea posible antes de caer en la batalla. Antes de ese viaje festejan como nunca en sus vidas con los camaradas que estuvieron a su lado durante tantos años, en la fortaleza de los enanos que limita con el territorio de los Espectros. La mañana posterior al festín, los enanos abren las inmensas puertas que conducen hacia los caminos profundos (Deep Roads) en donde moran centenares, millares de estos engendros y el Guardia entra totalmente solo. Las grandes puertas se cierran tras de el, dejándolo a su suerte.

Soy un estúpido, que se divierte más en mundos artificiales que en el real. Pero de algún modo, no puedo dejar de sentirme identificado con esta leyenda.

martes, 16 de marzo de 2010

Matar por morir


En esos momentos de desesperación, de duda. Cuando estás a un segundo de golpear paredes, postes y cuanto se atraviese en tu camino. El odio, el rencor hacia uno mismo. El peor de los males, la más nefasta de las tempestades. Tantos años estudiando medicina, y no hay enfermedad que se le compare.

Autodestrucción, cuando uno es el artífice de sus propias desgracias. En ciertas noches en donde le ruegas a la tierra que te trague y no obtienes nada más que una respuesta obscena. En donde matarías al mundo entero, por morir, por desaparecer.

Ahí... Ando muriendo...

jueves, 4 de marzo de 2010

Monólocos


Más de una vez me he preguntado: ¿Huevón, por qué escribes? Si no te lee ni tu madre. Si ese "blog", es más clandestino que la tía Vicky y sus tragos mortales. Para qué gastar tu tiempo frente a la pc, por qué malgastarlo, cuál es el propósito. Sigue jugando. ¿Escritor te crees? Sal de acá. Ni siquiera puedes evitar cometer errores ortográficos, tu narrativa es defectuosa. No has leído casi nada que no tenga que ver con medicina desde que saliste del colegio, ya olvidaste a los escritores con los que creciste. Déjalo, ocupa esos momentos en otra cosa, deja que esas ideas se esfumen simplemente, la realidad es que a nadie le importa lo que tengas que decir. Admítelo, no es lo tuyo.

Ja! No sabía que tenía que ser todo un literato para poder escribir si es que se te da la reverenda gana. No seré un gran escritor, ni la mugre de los zapatos de los autores que admiro, para nada. Lo que sí sé es que no me importa lo que pueden llegar a pensar sobre mí. Sinceramente, a lo único que apunto con este blog, es al ejercer mi derecho, y deber a expresarme libremente. Ya sea para dos o tres personas, es lo menos importante. Donde realmente está el espíritu, es en las ganas, y en mis convicciones, en las ideas que profeso. Escribo por el hecho de que hace que me sienta libre, lejos de la mayoría de la basura de este mundo. Porque puedo crear atmósferas, o realidades distintas, perfectas, ilusorias. Porque puedo evitar que mis ideas terminen muriendo en algún rincón de mi memoria. Me encanta hacer lo que hago, es todo un placer. No le rindo cuentas a nadie, solamente a mi propia conciencia, a mi mismo.

Escribo, porque es lo que realmente quiero, mis palabras vienen con la intensidad que mi corazón puede plasmarles, y con la franqueza que el par de huevos bien puestos que tengo les puede dar.

Así que. ¿Por qué escribes, Huevón?

lunes, 1 de marzo de 2010

El regreso

"Y es que el que no persigue sus sueños, huye de sus fantasmas"


Así, en el ocaso de febrero del 2010 encontraron su final los vientos que nos llevaban a la deriva. No sólo a mí, sino a todos los que alguna vez formamos parte del grupo. De un modo u otro, todos sabíamos que el hecho de que JJ no pudiese ganar la guerra que empezó a pelear hace 5 años, desde que salimos del colegio, no era el motivo ni la razón de nuestro estado actual.

Muchas cosas son las que la vida les puede hacer a 4 muchachos al salir del colegio, uno piensa en esos días que la vida es sencilla, que el camino que estamos destinados a seguir está ya marcado, dicho, previsto y sólo debemos limitarnos a seguirlo. Sin embargo, todos aprendimos de maneras distintas que la vida nunca sería facil.

A pesar de que todos tomamos rumbos distintos, siempre estuvimos unidos por una sola pasion: el Rock n' Roll. Sí, esa era lo único que nos mantenía cuerdos, tranquilos, vivos, felices en realidad. Muy aparte de lo que logramos o no con ESP, todos sabemos muy dentro de nuestros corazones que fueron los días mas increibles de nuestras vidas. Pero para cuando nos dimos cuenta de que nuestros propios problemas interferían con la banda, era ya demasiado tarde. Dimos varios manotazos de ahogados, multiples últimos intentos por permanecer juntos, por mantenernos a flote, vivos. Terminamos alzando bandera blanca, ante los problemas, las presiones y el mundo.

Soy conciente también de que no podíamos permanecer en la misma situación siempre, era demasiado infantil desear tener 17 años para siempre, hermoso, pero iluso. ESP fue despedazado, los 4 nos condenamos a ese destino, sería fácil echarle la culpa a uno, pero fuimos todos los que nos dejamos derrotar.

Siento la necesidad de dejar estas palabras, porque ayer, después de casi 3 años, logramos derrotar los fantasmas del pasado. Al llegar cada uno a un estado de "madurez" y estabilidad, podemos regresar a ser uno solo, a los viejos días de gloria. Porque si bien nos separamos en un pasado, nunca dejamos de ser ESP por dentro, siempre supimos que teníamos que volver, y el día llegó.

Siempre fuimos perros, y siempre los vamos a hacer...

viernes, 22 de enero de 2010

Los Días de Enero

Casi como un girasol en otoño se va marchitando el apacible mes de enero. Mi vida ha encontrado el clímax del descanso y se deleita en la panacea de la relajación. Siempre fui un gran amante de las historias y cuentos. Empleo mi vasto tiempo libre, por más desquiciado que parezca, en personificar grandes héroes en tiempos medievales. Mis más grandes emociones son extraídas y construidas de espadas, magia, dragones, reinos mitológicos y demás flora y fauna fantástica. Todo ello materializado por excelentes juegos.

Aparte de eso, paso el tiempo devorando cuanto libro haya en mi casa. Ya que estoy harto de haber pasado los últimos 5 años leyendo exclusivamente literatura médica, he decidido regresar a un grupo de autores que otrora fueron mis mas grandes ídolos.

Adiós Harrison, bienvenido García Márquez.

jueves, 14 de enero de 2010

Lázaro

Más que un acto divino, es un impulso humano. Han sido varios dias fuera de la realidad, abandonado en los placeres de las vacaciones de verano. Sé que soy perezoso y adicto a los videojuegos, sin embargo, no se les puede atribuir mi abandono. Hace mucho que pasó navidad y año nuevo, creo que ya no pueden existir excusas para dejar de escribir.