La más salvaje de las verdades, el saber que no hacer y considerarla como una opción. Como cuando la vida te patea reiteradamente en el entrepiernas, como para recordarte que no vales absolutamente nada, ni tu ni lo que puedas llegar a sentir. En esas situaciones en donde dos caminos terminan en tragedia, en donde no hay marcha atrás y estás obligado a avanzar, a darte violentamente contra el muro.
Es la guerra que estalla entre la razón y el corazón, en donde no hay tiempo para pensar o sentir, solamente actuar por instinto. Es el conflicto en donde el único victimado llegas a ser tu y tal vez alguien a quien quieras en realidad.
La sombría incertidumbre, el miedo al futuro, a uno mismo a la traición de los propios sentimientos. Esa rabia que te carcome las entrañas lenta y dolorosamente, en instantes que parecen eternidades. La furia que se desata en contra del destino y la infinidad de maldiciones lanzadas entre lágrimas.
La indecisión, la duda, la contradicción, una sentencia de muerte.
Es la guerra que estalla entre la razón y el corazón, en donde no hay tiempo para pensar o sentir, solamente actuar por instinto. Es el conflicto en donde el único victimado llegas a ser tu y tal vez alguien a quien quieras en realidad.
La sombría incertidumbre, el miedo al futuro, a uno mismo a la traición de los propios sentimientos. Esa rabia que te carcome las entrañas lenta y dolorosamente, en instantes que parecen eternidades. La furia que se desata en contra del destino y la infinidad de maldiciones lanzadas entre lágrimas.
La indecisión, la duda, la contradicción, una sentencia de muerte.
1 comentarios:
La indecision, la duda, la contradiccion... Una sentencia de muerte.
Muy Buen Post!
y es q hay cosas q la razon prohibe, pero el corazon quiere.
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